viernes, mayo 21, 2010

Granma, iglesia y cortinas de humo.

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Aunque casi todo el mundo anda por ahí festejando que el Sanedrín se reunió con Poncio Pilatos en La Habana para dilucidar el asunto de los presos políticos, y se toma como un gran logro que el Granma y demás publicaciones del gobierno se refiriesen abiertamente a ello, no estoy seguro de que se trate de una buena señal, pues no existen hasta el momento más versiones de lo que allí se habló que la del Cardenal Ortega y el Arzobispo de Santiago de Cuba, por parte de la prensa extranjera, y en los propios comunicados oficiales - esto es, la voz e intenciones de la dictadura - se sigue evadiendo, como una mala palabra, el adjetivo “político” para calificar a los familiares presos de las Damas de Blanco.

Los reportes gubernamentales no dicen más que vaguedades. Para un lector desinformado dentro de la isla, es decir, para el grueso de los que leen la prensa nacional, este encuentro pudo ser lo mismo para hablar de un aniversario del libro Fidel y la Religión que para organizar una misa por el infarto masivo de la industria azucarera. Y es lógico que sea así; hace muy poco Raúl Castro dejó bien claro que de ninguna manera iba a dejarse chantajear por la huelguita de hambre de Coco Fariñas, y que ya está bueno de decir que en Cuba hay presos políticos porque eso no es verdad.


El Granma sólo dice que unos tipos importantes de la iglesia se reunieron con Raúl Castro para hablar de algo muy positivo.


Si ya es bastante improbable que reconozcan un diálogo en torno a los prisioneros de conciencia (o sea… ¿cuáles presos de conciencia? ¡traidores, mercenarios al servicio del imperialismo!), más difícil será que procedan a liberarlos sin tener que reconocer su existencia.


No obstante, siempre nos queda la posibilidad de que, una vez resuelta la esperada excarcelación de los presos políticos enfermos, y mientras el mundo entero festeje por ello, el Granma comunique a su pueblo que, por mediación del Vaticano y gracias a la generosidad de la revolución, fueron puestos en libertad un grupo de carteristas que operaban en metrobuses de la capital, aquejados de sinusitis.

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1 comentario:

Robe dijo...

Sencillamente hilarante.Si dan algo de alguna forma le sacaran un tajada politica.El gran hermano controla la verdad y la mentira... Aun me estoy riendo.