sábado, diciembre 31, 2011

Oración de año nuevo: Los cubanos dejamos a Dios por incorregible.

Padre nuestro que estás viendo CNN,

santificada sea tu vocación por el sacrificio cubiche

en el aniversario 53 de la gloriosa revolución

que nos quitó la gloria y nos dejó

libreta de abastecimientos, discursos, promesas y tarjeta blanca,

venga a nos la resignación

pues ya sabemos que somos el Job del siglo XXI

que cada año te rogamos por el término de las humillaciones

de la fragmentación familiar

de la doble moneda y la doble moral

de la hipocresía religiosa al recibir a tu representante en la tierra

del vampirismo aduanal

del apocalipsis económico

de la policía política y las prisiones de conciencia

del picadillo de soya

y nada.

Hágase tu voluntad y por lo visto

también la voluntad del barbudo anticristo

que habla sin autorización en nuestro nombre

así en la tierra como en el cielo.

Danos nuestro pan de cada día, el pan de la cuota a los de adentro

y el pan de la nostalgia a los de afuera,

perdona nuestras ofensas o incluso que nos caguemos en ti

cada vez que se anuncian reformas y sólo llegan nuevos aranceles

así como nosotros perdonamos

a esos creyentes de la izquierda que siguen rezando por el falso mesías,

No nos dejes caer en la tentación de orar

para que acabes de una vez nuestra agonía, pues ya sabemos

que somos el Job de siglo XXI y que tu voluntad

es que sigamos siendo hijos de la dictadura platanera

marionetas de la aristocracia verde olivo

parias del poder maligno.

Haz lo que mejor te parezca

y líbranos del bien.

Amén.

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miércoles, diciembre 28, 2011

Entrevista con el Wiwichu González, primer narco cubano en el norte de México.

Llego con una capucha en la cabeza, sin saber exactamente a dónde me han traído, aunque puedo calcular que estoy en alguna parte de la frontera entre Sonora y Chihuahua, entre Agua Prieta y Nuevo Casas Grande, a pocos kilómetros de Arizona. Cuando finalmente puedo ver la luz, me hallo en una hacienda con caballos finos y carros de último modelo por todas partes. Escucho unos disparos muy cercanos, pero mi acompañante me tranquiliza diciendo que sólo se trata de unos chavos haciendo práctica de tiro con unas AK-47 que acaban de llegar desde Nicaragua.

Encuentro al Wiwichu González desayunando con café con leche y pan con mantequilla. “Pasa, chama”, me dijo muy afable, “no te preocupes por todas esas ametralladoras, ellos saben que mis compatriotas son intocables en toda esta región”…

Me brindó pozole, siempre aclarando que estaba picante y que él siempre prefería desayunar como en su casa de La Lisa, en La Habana, ligero y sin enchilarse. No creí pertinente ingerir alimento alguno, dado que mi estómago aún temblaba de nervios, así que esperé unos minutos a que acabase, y salimos al patio, para comenzar la entrevista.

¿A qué te dedicabas en Cuba? ¿Algo que ver con el crimen organizado?

No, nada de eso… En Cuba el crimen organizado está muy controlado, muy acaparado por las autoridades. No hay chance de abrirse camino por ahí, a no ser que seas hijo de algún general. Tuve contactos con oficiales que traficaban diamantes, mientras pasaba el servicio militar en Angola, cuando la guerra, pero no me dieron mucha participación. Claro que por mi cuenta me las arreglé para conseguir efectivo traficando latas de carne rusa, y marfil, pero nada de envergadura realmente, si lo comparo con esto de ahora.

¿Cómo llegaste a México y te convertiste en el famoso Wiwichu González?

Cuando regresé de Angola estudié Licenciatura en Deportes. Tuve suerte porque llegué a Sonora como instructor de Polo Acuático. Trabajé tres años en el CUM (Centro de Usos Múltiples), pero me aburrí de que el gobierno cubano se cogiera el 70% de mi salario, y me casé con una preciosa sinaloense que luego resultó ser sobrina de uno de los capos más respetados en el noroeste. El tipo era chévere de verdad, no te voy a decir su nombre, pero sí que fue él quien me puso el mote de El Wiwichu, porque me conoció en la Navidad del 2007, y el villancico ese, “wiwichu a merry crismas…”, estaba sonando en la radio cuando me recibió.

Supongo que haya sido difícil llegar hasta la cima de tu organización criminal…

Un poco, sí. Vaya, siempre hubo algunos que no les gustaba que yo fuese extranjero. Alguno que otro me lo demostraba de manera más evidente tratando de matarme, pero en general los capos mexicanos aprecian a los cubanos. Dicen que tenemos muy buena formación académica, y que eso siempre es positivo. En mi caso, haber estado en Angola fue un buen precedente. He podido ayudar mucho con lo aprendido allá, combinando tácticas militares con las mañas del tráfico ilícito internacional. También haber pasado el preuniversitario en Ceiba Uno fue determinante. Aquella escuela en el campo era como un presidio, y si sobreviví allí ¿cómo no iba a prosperar entre estos otros camajanes?

¿Extrañas La Habana?

A cada rato me da el gorrión, aunque no me puedo quejar, porque voy dos o tres veces al año de visita. Incluso ya tengo medio resuelto un cargamento de bazookas y un tanque ruso, de uso pero en buenas condiciones, con un alto oficial del ejército, un amigo mío de Angola que llegó a coronel y ahora también es gerente de una firma que comercia electrodomésticos. Yo le mando un poco de lo mío y él feliz. Hasta un avión Mig-23 me quería dar el mes pasado, pero me negué porque todavía no he podido entrenar aquí pilotos de caza.

Pero tus raíces… ¿se han perdido un poco en este ambiente ranchero?

Eso nunca. La verdad, uno de los grandes problemas que he tenido para llegar a ser capo en esta región, es que detesto la música norteña. Tú sabes, no hay narcotraficante que no guste de la banda, y yo soy más bien casinero. He tratado de enseñar a mis subordinados a bailar salsa, pero qué va, se la pasan brincando y no captan la cosa con la cintura.

Háblame de tus planes futuros.

Asere, un narco nunca debe hacer muchos planes. Hoy estás bien con la policía, haciendo tus negocios en paz, pero mañana te cambian al gobernador y te quitan la protección para dársela a tus competidores. Un día estás así, tranquilo con tus caballos, tu carro del año y tus jevitas, al otro día te mandan al ejército para hacerte la vida un yogurt. Yo no quiero terminar en una prisión de alta seguridad, así que no planifico mucho el futuro, a no ser que aquello en Cuba siga mejorando y mis socitos de las fuerzas armadas sigan por donde van. Entonces sí que pudiera mudarme para allá, y poner algún buen tráfico de drogas para asegurar mi vejez.


La conversación se interrumpió cuando uno de los lugartenientes del Wiwichu apareció para comunicarle que ya estaban listos para ir a la junta con el gobernador y el jefe de la policía. Él se disculpó muy cortés y se ofreció para llevarme hasta las afueras de Hermosillo. Acepté, dejé que me pusieran otra vez la capucha, y durante todo el camino de regreso pensé en los valores del cubano, en su carácter industrioso, en sus posibilidades de prosperar cuando tiene opciones.

El Wiwichu González, quitando algún que otro detallito como el asesinato en masa o la corrupción a las autoridades, no es otra cosa sino un espíritu emprendedor, un cubano más que encontró su camino lejos de la patria, y que sólo sueña con regresar a ella, para aplicar sus experiencias y edificar un futuro mejor.

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lunes, diciembre 19, 2011

Cuba y Corea: las dinastías no disimuladas.

Ahora que murió Kim Jong-il, y muchos se preguntan si en Cuba, a la muerte de Fidel Castro, acaso se verán imágenes tan ridículas como las de aquellos plañideros tirándose de las greñas en Pyong-Yang, cabe plantear algunas diferencias básicas, que quizás acentúen las similitudes.

En primera instancia, los coreanos tienen un legado más allá de la ideología comunista: son un pueblo acostumbrado, desde la aparición legendaria del rey Tan-gun, en el 2333 a.C., a que los gobierne alguien con ínfulas de dios y a aceptar a la herencia de sangre como legítima fuente de poder. Quienes se asombran de estas imágenes recientes, quizás olvidaron otras, más patéticas aún, cuando la muerte de Kim Il-sung, en 1994.

No puede decirse que Cuba estuviese alguna vez ligada espiritualmente a la monarquía española, al menos desde el surgimiento de la conciencia nacional, por lo que nuestra dinastía actual ha llegado en su propio contexto, sin tradición de leyendas milenarias, aunque, eso sí, elaborando, edulcorando detalladamente sus propios mitos, sus fábulas y sus dioses vivientes.

Ambas son dinastías no disimuladas. La coreana pasa por encima de sus preceptos marxistas con el descarado nombramiento de cada uno de los Kim, cuando el anterior ya ha fallecido, recuperando la arraigada tradición oriental del pueblo guiado por un emperador bajado de los cielos. La cubana pretende asegurar la pureza del proceso con un nepotismo no muy místico pero sí muy práctico. Mientras Fidel Castro delegó en Raúl, todo bien. Raúl - cuando ya quedaron fuera del camino otros líderes más carismáticos que pudieron haberle hecho sombra - se perfiló como el segundo histórico para prolongar la dictadura, pero en los últimos años ha comenzado a destacarse también su hijo Alejandro Castro Espín, coronel del Ministerio del Interior y mal solapado candidato familiar a la sucesión, luego de que su papito lo convirtiese (sin más méritos que haber perdido un ojo en un accidente no bélico durante la contienda de Angola) en su asistente personal, para irlo entrenando en cuestiones de estado. Todo un Kim-Jong-un sin méritos, listo para asumir la sagrada dirección de la patria socialista.

No es sencillo especular hasta qué punto ambos pueblos pueden experimentar cierta sensación de estabilidad mientras se mantiene el mismo apellido por décadas, o hasta qué punto la imposición del poder mismo no deja más opciones que seguir a los emperadores y representar sainetes como ese de la muerte de Kim Yong-il o las movilizaciones políticas de los cubanos para campañas ideológicas, que tampoco excluyen alguna que otra ceremonia de santería oficialista para rogar por la salud eterna del máximo líder.

Un hecho es claro como el agua: tanto en Asia como en el Caribe los extremos se tocan, y un sistema totalitario comunista, en sí mismo fuera de contexto histórico – que trata de conseguir a toda costa el igualitarismo en una época de universal pobreza - con el paso de los años empieza a mutar hacia el feudalismo y la monarquía. Sin recursos para resolver las necesidades básicas, para cumplir las promesas, se refugian en el culto a la personalidad y en la fe ciega en sus sagradas escrituras. Sus líderes se vuelven monarcas acaudalados y sus pueblos, la gleva.

¿Habrá llantos plañideros en La Habana a la muerte de Fidel Castro?... Con toda seguridad que sí. También habrá muchas más escenas, homenajes, conciertos luctuosos, documentales y todo cuanto pueda apoyar al mito del dios encarnado, ese que, mientras puedan, tratarán de perpetuar a través de la herencia genética.




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lunes, diciembre 12, 2011

¿Qué esperamos los cubanos de Benedicto XVI?

Ahora que el monseñor Jorge Félix Pérez ha informado oficialmente a la prensa que el papa Benedicto XVI se dará una vuelta por Cuba antes de semana santa, parecen concretarse todos esos anuncios previos de esta segunda visita papal a la isla, y la certeza de que el gobierno debe estar ya dando carreras a ver cómo le saca mejor partido a don Joseph Aloisius Ratzinger.

El referente inevitable es la anterior visita de un sumo pontífice – y la primera – cuando Juan Pablo II, en 1998, se aventuró a pasearse en su papamóvil por las calles cubanas. En ese entonces muchos nos quedamos con la boca abierta al ver a la Plaza de la Revolución engalanada con un gigantesco Sagrado Corazón, y nos preguntábamos cómo era posible que los mismos gobernantes que apenas diez años atrás perseguían, marginaban, censuraban y atomizaban a la religión (cualquier religión, sin distinción entre paganos y católicos) a nombre del marxismo-leninismo, se sentaban ahora muy cerquita de Juan Pablo II y escuchaban sus homilías con la misma piedad que el más devoto de sus feligreses.

Juan Pablo II fue uno de los papas más carismáticos de la historia, una verdadera superestrella del catolicismo, consecuente, sabio, atrevido y original. Su paso por Cuba fue publicitado por todo lo alto y la prensa de todas partes lo siguió en sus apariciones, encantada con el contacto directo de un ser humano que, por momentos, parecía ser más poderoso que los propios hermanos Castro. Si ese papa hubiese querido, con sólo levantar un dedo habría terminado la dictadura que en esos momentos ya llegaba a los cuarenta años. Pero la humildad de Juan Pablo II apenas lo dejó pronunciar aquella famosa frase de que “Cuba debía abrirse al mundo, y el mundo debía abrirse a Cuba”. Fidel Castro lo aplaudió emocionado en primera fila, aún sin la menor intención de que Cuba se abriese al mundo en lo que le quedase de vida.

El gobierno aprovechó el paso de aquel deslumbrante anciano por la vida interior cubana, para legitimarse ante el mundo. El encarcelamiento a los creyentes, la ruina de los templos, las expulsiones de sacerdotes fuera del país y de los fieles fuera de sus trabajos o estudios universitarios, todo eso quedaba atrás, con un piadoso velo de silencio y como si los culpables hubiesen sido otros. Si antes a un joven podía costarle la carrera el sólo hecho de que su madre insistiera en tener un Sagrado Corazón en la sala de su casa, ahora ese mismo cuadro era permitido, en escala mucho mayor, junto a los otros íconos del castrismo en la Plaza de la Revolución. De pronto Jesús de Nazareth tenía la misma importancia que el Che Guevara.

La visita de Benedicto XVI en la próxima primavera – y que extenderá hasta México – no va a traer nada nuevo a los cubanos, como no sea el movimiento mediático alrededor de un papa mucho menos esplendente y mucho más conservador.

La propia iglesia cubana (que no es otra cosa sino una ramificación del propio pontífice) ha pactado desde hace años su tranquilidad con los gobernantes, ha optado por la discreción a cambio de presupuesto, cemento, ladrillos y espacios para orar. Han intermediado en el destierro de muchos disidentes y han preferido callar ante el sufrimiento contenido, ante la miseria absurda y la falta de libertades de sus propios seguidores.

Benedicto XVI no llegará con la intención de propiciar una Cuba abierta al mundo (como tampoco llegará a México para halarle las orejas al crimen organizado y la corrupción), sino sólo para continuar con ese parlamentarismo desconcertante que ha llevado a tantos gobiernos de este planeta a reconocer a los Castro como los legítimos gobernantes de nuestra patria.

Habrá recorridos motorizados por avenidas repletas de devotos y curiosos, cánticos, proselitismo convencional, palabras misericordiosas y una buena ración de hipocresía política. Eso es todo lo que va a traer a Cuba la inminente visita primaveral de Benedicto XVI. Nada más.

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sábado, diciembre 10, 2011

Cagarse en los Derechos humanos.

LA HABANA (Prensa Latimba). Hoy recibió su jabita de estímulo – con un jabón Nácar, una pasta de dientes Perla, un plátano burro y un paquete de salchichas – el compañero Atanasio González, secretario general del sindicato en Comunales del Municipio Arroyo Naranjo, por su valentía al enfrentarse a un camarógrafo de AP en el malecón de La Habana. Atanasio, luego de haber sido casualmente movilizado desde su municipio hasta el malecón, en la noche lluviosa del viernes (lo cual, según nos explicó después, le trajo un sinnúmero de molestias, pues se perdió el capítulo de la novela, y en la refriega extravió un tacón de su único par de botas), dio el paso al frente al llamado de Raúl Castro y enfrentó a unos periodistas extranjeros que osaron provocar a la Revolución. Según le explicó el oficial de la seguridad que fue a buscarlo a su domicilio, unos mercenarios pagados por el imperialismo iban a lanzar fuegos artificiales en el mar, para celebrar el día de los Derechos Humanos.

“Yo me cago en la madre de los derechos humanos”, expresó muy emocionado al recibir su jabita de estímulo en solemne acto, tal y como años atrás había dicho en una manifestación en contra del disidente Oscar Elías Biscet. El compañero Pancho Hoyos, teniente coronel del Minint, felicitó a Atanasio por haberle dado tremendo gaznatón al periodista de Associated Press, y por haberle roto la cámara, con lo cual, según sus propias palabras, “esos periodistas americanos van a aprender a respetar a los revolucionarios y a la democracia cubana, la más perfecta del mundo…”

“¡Abajo los Derechos Humanos!”, fue el reclamo de los presentes, todos miembros del sindicato en diferentes empresas comunales de la capital, y seleccionados regularmente, debido a sus cualidades revolucionarias, para formar parte de la masa espontánea de ciudadanos que siempre llegan por casualidad a los lugares donde se manifiestan los opositores.

“Aquí en Cuba, los revolucionarios no queremos a esos Derechos Humanos”, dijo Atanasio en un sentido agradecimiento a sus compañeros, “ya tenemos a Fidel y a Raúl”. Habló además de la valentía de otros compañeros que se enfrentaron a las Damas de Blanco y no las dejaron salir de la casa de Laura Pollán. “Esos camaradas arriesgaron sus vidas”, agregó, “pues pudieron pescar tremenda gripe por gritarle consignas en la calle a esas mercenarias, debajo de la llovizna que cayó anoche”.

Atanasio González se fue muy contento para la parada, a coger la guagua para Arroyo Naranjo, aún cojeando por la falta del tacón de su bota, pero muy feliz por haber cumplido con su deber, por haber demostrado su lealtad a Fidel, a la Revolución y al Socialismo.

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Video donde, en el minuto 1:06, aparece el compañero Atanasio cagándose en la madre de los Derechos Humanos, durante un mitin en contra del doctor Biscet.

Los fuegos artificiales lanzados por la flotilla desde aguas internacionales, tal y como fueron vistos en La Habana.
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jueves, diciembre 08, 2011

El problema de Ramonet.

Dice textual el artículo aparecido en Cubasí.cu: “El escritor franco-español Ignacio Ramonet, de visita en Cuba, condenó el bloqueo electrónico de Estados Unidos contra los cubanos, una situación que calificó de más criminal que la hostilidad económica, comercial y financiera de Washington contra La Habana desde hace medio siglo.

Ramonet, director hasta el 2008 de Le Monde Diplomatique, y autor de Cien horas con Fidel, parece ser un entusiasta de la nueva era digital, y así lo ha dicho a los estudiantes de la Universidad de La Habana, mientras presentaba su libro La explosión de la comunicación y reclamaba que los jóvenes cubanos puedan tener el mismo acceso a internet que el resto del mundo.

No porque tenga dos doctorados honoris causa (uno en Santiago de Compostela y otro en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina), el señor Ramonet queda a merced del ridículo que genera la ignorancia, o quizás, la mala intención.

Me niego a creer que Ignacio Ramonet desconozca que los Estados Unidos llevan años tratando - desde la época de George W. Bush y con el objetivo político que sea - de incorporar a Cuba a la 2.0; me cuesta trabajo asimilar que no sepa cómo, en marzo del 2010, el gobierno de Obama eliminó muchas de las sanciones que impedían a compañías como Microsoft y Yahoo! ofrecer sus servicios en Cuba, Irán y Sudán. Es imposible que un señor con su nivel de información y entusiasmo por la globalización digital, no sepa que al gobierno norteamericano le interesa muchísimo que la gente en Cuba pueda acceder a Internet, sobre todo después de haber comprobado la efectividad de las redes sociales en la Primavera Árabe.

Pero lo más inconcebible de creer es que Ignacio Ramonet no entienda que el único bloqueo al desarrollo de Internet en Cuba lo ha puesto el propio gobierno cubano, que si esos jovencitos de la UH no pueden acceder a la prensa mundial es sólo porque a los Castro no les conviene aquello de que, según sus propias palabras de ayer: “todo el mundo tiene la capacidad de producir información …”, que permitir libre acceso de la red a un país adoctrinado pudiera ser fatal para la hegemonía ideológica de la dictadura, y que no es casualidad que ni se haya vuelto a mencionar el cable de fibra óptica que hace casi un año llegó a las costas cubanas, supuestamente para arreglar el déficit de banda ancha.

Me resisto a creer que Ignacio Ramonet sostenga, por despiste o inocencia, una tesis tan ridícula como esa de que en Cuba no hay internet por culpa de los americanos.

Semejante postura no tiene más lógica que la de aferrarse a la mustia leyenda de la infalibilidad verde olivo. A menos que su cerebro haya quedado irreversiblemente lastimado luego de pasar Cien horas con Fidel.

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lunes, diciembre 05, 2011

Un sueño emigrado.

Una de las tantas cosas que definen a La Habana del más reciente medio siglo es que, aún con toda la solidaridad que todavía despierta su leyenda entre diversos sectores de la izquierda mundial, no suele ser destino para emigrados de otras naciones del mundo. Algún que otro extranjero puede radicarse allí, por matrimonio o negocio, pero las estadísticas se volvieron aplastantemente desproporcionadas entre los miles que cada año abandonan la capital cubana, y los poquísimos que se asientan en ella.

Muy en el pasado quedaron aquellos tiempos en que chinos y gallegos llegaban de ultramar a buscar prosperidad. Muchos apoyan hoy, de lejos, a esa Habana que no prospera, muchos alientan, de lejos, la lucha ideológica en contra del imperialismo yanqui, pero muy pocos sueñan ya con ir a vivir a una ciudad sin opciones. Ninguno, y esto es categórico, emigraría a Cuba para empezar desde cero en las condiciones habituales del cubano promedio.

Por eso se acrecienta mi asombro cuando descubro que Sonora, el estado mexicano que escogí para vivir, tiene en estos mismos momentos más de once mil extranjeros, de los cuales la comunidad cubana, al menos en la ciudad capital, Hermosillo, parece ser la más activa y numerosa.

Muchos como yo vinieron a este paraje del noroeste a trabajar, a ganarse el sustento, a tener familia, a prosperar… Hermosillo no es ni la mitad de La Habana en extensión o población (aunque el estado de Sonora sea varias veces mayor al territorio cubano), pero recibe y alimenta a muchos más emigrados que los que pudiera soñar nuestra Habana del presente, esa que incluso rechaza a sus propios emigrados, a los que se fueron y, con el concurso de la ley, a los que llegan del interior del país hasta una capital harto sobrepoblada.

Cada año, el festival.

Otra vez me correspondió ser testigo y activista en el Festival del Migrante que, por octavo año consecutivo, organizan en Hermosillo el Instituto Nacional de Migración y las diversas comunidades de extranjeros. Otra vez la plaza Zaragoza, frente a la Catedral, se colmó con los estantes de países como China, Argentina, Brasil, Angola, Estados Unidos, Ecuador, Armenia, Cuba… Otra vez los hermosillenses pasaron varias horas del domingo probando comidas autóctonas y disfrutando gratuitamente del espectáculo cultural multinacional.

La helada tarde-noche dominguera, que repitió momentos de carnaval (danzas de Angola y Brasil) con bloques de música culta (la familia Hovsepyan, de Armenia), y disfrute trovadoresco con tangos argentinos, terminó con el paroxismo de la música cubana, a cargo del holguinero Gustavo Asencio Quiles y la orquesta Salsa Sonora. Por un buen rato las comunidades extranjeras en esta ciudad reafirmaron, gracias al apoyo, al cariño y la complicidad de los nativos, que las fronteras del mundo son apenas una ilusión.

Sigo soñando con ese día en que acaso renuncie a mi condición de emigrado para regresar a mi querida ciudad natal, pero también sueño con que esa misma Habana vuelva a ser el amable destino de muchos extranjeros, de miles de mexicanos, españoles, judíos, chinos, rusos, brasileños… Sueño con una Habana que, con sus defectos incluidos, invite a mucha gente a vivir en ella. Sueño con una Habana cosmopolita y buena anfitriona. Sueño con alguna versión de la libertad (como la esperanza, de cualquier color) entre los múltiples y acongojados laberintos de la aduana nacional.

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Durante la rueda de prensa, promoviendo el evento, en la Universidad del Valle de México, con el Delegado del INM, Alejandro Salas, y representantes de las comunidades de Estados Unidos, Cuba y Argentina.


Delante del stand de Cuba, una demostración de baile.
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miércoles, noviembre 30, 2011

El Facebook cubano y otros augurios.

Como un gran logro de la revolución ha sido lanzado el “Facebook cubano”. Cubadebate y otros sitios tan o más mongólicos se llenan la boca para decir cosas como esta: “El aspecto del diseño de esta red social no se diferencia mucho del famoso Facebook, pero sus servicios son considerados bien cubanos y se podrá acceder a través de la llamada Intranet cubana.

Acaban de crear, muy contentos ellos, un plagio de la red social más concurrida del mundo, con una URL que invita a ser demandada de inmediato (http://facebook.ismm.edu.cu), y que por alguna misteriosa razón ni siquiera admite ingreso desde el exterior del país. Como la intranet isleña no está autorizada a meterse en redes sociales ya existentes - que aglutinan a millones de usuarios, no pocos arreglándoselas para acceder desde dentro de Cuba -, como el Facebook original contiene demasiado intercambio “nocivo” para el cubiche medio, pues a alguien se le ocurrió la brillante idea de hacer otro Facebook, casi idéntico en su diseño, pero controlado en su totalidad por las autoridades y sin el riesgo de contener intercambios, enlaces, opiniones adversas al sistema o invitaciones a la sedición.

La próxima creación de la siempre original informática fidelista será, muy probablemente, el YouCabille, para subir y comentar vídeos revolucionarios y antimperialistas, el Raúgle, un motor de búsqueda para las cinco o seis páginas de Intranet, Güevana, para disfrutar sin interrupción todos los documentales de Santiago Álvarez, y por supuesto, Zares, un programa para intercambiar música militar y temas de Sara González en línea.

Todos esos relevantes avances informáticos servirán para seguir ganando tiempo mientras alguien adentro se pregunte qué ha pasado con el famoso cable de fibra óptica, y para actualizar, con gran orgullo y fervor revolucionario, el modelo de la burbuja cubana.

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lunes, noviembre 21, 2011

El jonrón de Amaury Cazaña.

Se suponía que llegaba al estadio Héctor Espino para apoyar al equipo de la ciudad en la que vivo. Los Naranjeros de Hermosillo, además de ser el conjunto que por razones obvias siguen todos mis amigos de esta zona, también viene siendo, para la Liga del Pacífico, lo mismo que los Industriales en Cuba o los Yanquees en la MBL: son el equipo maldito, quienes no los apoyan incondicionalmente los quieren ver derrotados y humillados por cualquier equipo además del propio.

Hermosillo se enfrentaba a los Tomateros de Culiacán, y era natural que la tarde de domingo se encaminara a dar porras al equipo local, que mi hijo luciera una banda naranja en la frente y que llegase al estadio con esa agradable sensación de home club que conocí en el Latinoameriano de La Habana décadas atrás.

Pero algo sembró una terrible confusión en el mismo primer inning. Por el equipo contrario, y con un hombre en base, llegó a batear Amaury Cazaña, matancero y ex integrante de los Industriales (mi equipo en Cuba y en la Conchinchina). Desde que avanzó al plato supe que aquel negro caminaba como cubano, y su foto y nombre en la pantalla gigante me lo confirmaron. Cazaña dejó pasar una recta, y a la segunda, sin pestañear, conectó un jonrón por el center field que dejó al graderío congelado.

No pude evitar ponerme de pie de un salto y aplaudir a mi compatriota, aunque a mi alrededor algunas miradas me atravesaron y hasta hubo quien preguntó si yo venía de Sinaloa. “Es que... él es cubano igual que el bato ese que pegó el jonrón”, le aclaró un amigo a alguien.

Amaury Cazaña dio la vuelta al terreno, poniendo encima en el marcador, al menos momentáneamente, a sus compañeros de Culiacán. Con la misma elegancia con que antes ya jugó para los Cardinals de St. Louis, el Licey de Dominicana o los Diablos Rojos y los Acereros del Norte en México, siguió conectando lineazos hasta que, finalmente, los Naranjeros ganaron 3 por 2, y con la victoria hermosillense regresé a casa, sin sentirme demasiado traidor a esta ciudad que tan bien me ha tratado en los últimos años.

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Mi hijo, orgulloso con su banda de los Naranjeros en la frente, ya en las entradas finales y ganando el equipo local.

lunes, noviembre 14, 2011

Los bandidos del BlackBerry

El Granma se enorgullece de que las autoridades han encarcelado a un grupo de “bandidos”, los cuales, según dice textualmente: “desde hacía algún tiempo y sin tener ningún tipo de autorización legal, con ánimo de lucro, se dedicaban a instalar redes de acceso inalámbricas”…

El comunicado oficial llega con algunos meses de retraso, y ello resultaría de por sí sospechoso si no estuviésemos acostumbrados al eco de las nuevas campañas del gobierno (esta vez la teatral ofensiva en contra de la endémica corrupción), más aún cuando el cuento con moraleja, que tan bobaliconamente narra el periodista Ricardo Alonso Venereo, lleva implícita una contradicción elemental.

Por una parte se ataca a estos supuestos bandidos, unos villanos para quienes “no existen la verdadera amistad (eso estaba para llorar), el deber o la moral, y mucho menos el pueblo …”, mientras por la otra reivindica el operativo usando las consabidas consignas acerca de las razones oficiales para que en Cuba no exista una internet democrática: “…Esta actividad financiada por Estados Unidos, desde donde llegan al país los medios e implementos necesarios, burlando los controles establecidos (…) Cuba tiene todo el derecho de salvaguardar su soberanía radio-electrónica”…

¿En qué quedamos, entonces? ¿Son delincuentes comunes o espías del imperialismo?

Pero veamos la lista de equipos decomisados a uno de estos supuestos criminales: “…receptores satelitales DIRECTV, antena satelital DIS NETWORK, teléfonos celulares marca BLAK BERRY (la animalada es del original), tarjetas satelitales, cable coaxial…”

Para los cubanos que leen la edición impresa del Granma, en su mayoría ajenos a los avances recientes en tecnología de comunicaciones, esta relación pudiera ser lo mismo que si le dijesen “un robot táctico HS91128”, “binoculares de visión nocturna”, “equipo de barrido para vigilancia encubierta”, o una planta de aquellas de espionaje de cuando la Segunda Guerra Mundial. El ciudadano común no tiene elementos suficientes como para entender que la ilegalidad de esos aparatos sólo es efectiva dentro del paranoico bloqueo que el sistema castrista ha implementado sobre los medios independientes de comunicación, y que esos “delincuentes” únicamente están rompiendo la ley porque no existen canales constitucionales para crear empresas de este tipo por cuenta propia, ni siquiera en el marco de las “actualizaciones” raulistas a un modelo que sigue siendo básicamente estalinista. No tienen muchos elementos para entender que un BlackBerry es sólo un BlackBerry.

Si un teléfono celular puede conectarse a la red sin necesidad de pasar por el control del monopolio ETECSA, entonces es lo mismo que un equipo de espionaje, dado que la internet que ellos tienen en la mente no es un espacio de información y comunicación libre, sino un frente de batalla, una invasión externa que pretende subvertir a la población cubana y derrocar al gobierno.

He aquí la verdadera razón para que el famoso cable de fibra óptica, llegado a las costas de Cuba en febrero pasado, y que debió haber comenzado a funcionar en julio, aún no termina por estrenarse, ni siquiera en los espacios estatales. Cuba sigue siendo territorio libre (o casi, que no es lo mismo pero es igual) de Internet.

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lunes, noviembre 07, 2011

Las líneas de mensaje.

Una de las ventajas que tiene ser periodista o bloggero independiente, es que se escribe sin recibir orientaciones literales de nadie. Aunque el gobierno cubano se empeña en calificar como mercenarios a todos aquellos que hablen en su contra, ese mito se desploma por sí solo con la cantidad creciente de estas páginas en la red – según el sitio Blogs sobre Cuba, casi 1200 en octubre de este año, y con tendencia a seguir aumentando – con lo cual se haría virtualmente imposible para la CIA o la FNCA, no sólo la instrucción ideológica sino también, y sobre todo, el financiamiento.

Otra cosa es el terreno habitado por la talibanada castrista, hegemónica en los escasos nodos dentro de la isla, la cual no sólo es abiertamente consentida por el gobierno – única entidad que abastece de espacios virtuales o los retira según sea el caso – sino que está obligada a difundir, al pie de la letra, las ideas previamente cocinadas en el seno del partido comunista.

La difusión que ha hecho el sitio Café Fuerte de un documento expedido por el Departamento Ideológico del Comité Central del PCC, ha dejado, una vez más, al desnudo esa práctica, ya habitual de los gobernantes, de pelear con ganas por el control absoluto de la información y emitir, palabra por palabra, lo que debe decirse en los medios masivos de comunicación.

El documento, fechado el 30 de septiembre, que establece al 6 de noviembre como fecha clímax para una campaña de condena al terrorismo y a favor de los cinco espías, contiene una serie de especificaciones muy concretas sobre la manera en que las distintas publicaciones, instituciones y cuanto talibán esté dispuesto a servir de papagayo oficial, deben enfocar un asunto de prioridad gubernamental.

De un total de doce puntos con orientaciones, el quinto resalta por sus diecinueve “líneas de mensaje” que deben ser utilizadas en los textos a elaborar. Por sólo citar un ejemplo, la segunda de ellas, dice “Responsabilizamos al gobierno de Estados Unidos por la seguridad e integridad física de René González”. Y fieles al dictado real, esas palabras exactas sobre el espía cubano, aparecen lo mismo en la declaración del Consejo Nacional de la UNEAC, que intactas en una página de periódico provinciano, o en un discurso por clausura de la campaña donde participó el mismísimo presidente general Raúl Castro.

Las disposiciones, además, incluyen el uso de cada hashtag que debe usarse en Twitter y una advertencia categórica de que el documento "no se debe reproducir ni enviar por correo electrónico".

Esta vez, sin embargo, se les filtró por algún huequito a los compañeros del partido, y llegó a la 2.0. Otros documentos similares han de expedirse regularmente por los amos de la palabra nacional, y aunque no todos llegarán a ver la luz fuera del cerco, al menos este botón de muestra sirve para entender el por qué de tanta falta de imaginación en la prensa y los blogs oficialistas.

Ellos no pueden escribir sin antes haber asimilado alguna que otra lista detallada con las pertinentes “líneas de mensaje”, esas que el gobierno totalitario ya fabricó anticipadamente con el objetivo de alimentar la retórica vacía y monocorde de quienes suplantan, en internet, al silenciado pueblo cubano.

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domingo, noviembre 06, 2011

Subir a la luna en una ola.

Levis Aliaga, ex integrante del mítico trío santaclareño Enserie, ha lanzado un nuevo disco en solitario. El título “Parece un aguacero”, ofrece la versión de uno de los temas más emblemáticos de aquel ensamble de trovadores que, según la magnífica reconstrucción que Brenda Besada hace en un artículo reciente, no eran otra cosa sino “un trovador de tres cabezas”. La imagen de la criatura mitológica me ha parecido justa, dado que aquellos tres cantautores funcionaban como un solo cuerpo, aún llevando cada cual sus ideas e identidades propias.

Ahora los tres trovadores hacen su vida en rincones diferentes del planeta. Levis sigue trovando en Tenerife, y comparte su música con el teatro para niños y la pintura. El diseño de su nuevo disco tiene obras plásticas suyas, con ese estilo entre infantil y naíf que me conduce por pasadizos lúdicos desde aquellos temas del trío Enserie, como La noche entera o Crucigrama de un guajiro, hasta algunos de los presentes, versionados o nuevos de solista, como Mala pata o El sol de tu ventana.

Sigo creyendo que, aunque aquel trío estaba destinado, más tarde o más temprano, a la separación, dadas las fuertes individualidades que lo componían, quizás pudo haber durado un poco más, o pudo haber recibido más difusión en los medios de la isla, con muchas más grabaciones de un repertorio del cual sólo ha quedado una parte para la historia. “De Enserie me queda el atrevimiento…”, me comenta Levis, “…para afrontar la realidad musical con deseos de darle nueva forma”.

Aunque a veces tiendo a esperar las voces de Roly Berrío y Raúl Cabrera en alguna curva del camino, a fuerza de escuchar tantas veces a aquel bicho mitológico de Santa Clara, la vida continúa y Levis tiene su timbre intacto, su garganta sigue tan cristalina como en aquellos conciertos de El Menjunje hace ya más de quince años, y el disco que acaba de sacar en Tenerife guarda ese calor de intimidad que tenían las peñas troveras, en aquellos años en que se comenzaba a contagiar Santa Clara con la llamada Trovuntivitis.

“Para componer sólo quiero acercar un diálogo coherente, desde un lenguaje nacido de la creación, coincidiendo con la actualidad”. Y es que también la dura actualidad nacional vuelve emigrados a muchos talentosos creadores. ¿Por qué Canarias?, le pregunto... “Canarias siempre me ha gustado por el clima, y porque son las islas más jóvenes del planeta”. Más jóvenes aún que Cuba, supongo yo, esa que ya de por sí es como el Peterpan de todas las islas.

“Cuba me está volviendo loco”, y no me sorprende esta obsesión tan recurrente, “no sé cómo quitármela de la cabeza. Es imposible, creo”… Eso me dice Levis desde aquel Tenerife que mezcla lo europeo y lo africano con un espíritu marcadamente latinoamericano. O dicho con la poesía de uno de sus temas, uno de esos rescatados y devueltos ahora en versión solista: “Será mejor que nos lleve la crecida / mejor será antes que seguir llorando / porque amor, ya no veo otra salida / que flotar con los troncos río abajo / hasta llegar al mar, y como el que no espera nada / subir a la luna en una ola…”

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sábado, noviembre 05, 2011

Dexter a la cubana.

La música cubana es cosa común en la serie Dexter, que ya se adentra en su sexta temporada (la última si Michael C. Hall – actor principal y productor – no se llega a poner de acuerdo con la cadena Showtime en cuanto al aumento de su salario) con sus habituales escenas de crimen en un Miami latinizado y playero. Desde sus primeros episodios, cuando el libro original de Jeff Lindsay, El oscuro pasajero, comenzaba a tomar forma de televisión, aparecieron en la banda sonora múltiples temas cubanos, sobre todo los clásicos e inconfundibles timbres de Benny Moré.

No necesariamente el contenido de aquella música iba relacionado con los asesinos en serie o la sangre que chorreaba a borbotones en cada capítulo, sino más bien con el ambiente de La Florida, algo imposible de evitar si se trata de reflejar un contexto dominado por la cultura hispana, y en especial por la presencia cubana. En Dexter esta presencia va más allá de algunos apellidos latinos, o de vez en cuando el interrogatorio a algún delincuente colombiano, como en CSI Miami, y se afianza con la representación de varios personajes centrales de declarado origen cubano, como la teniente Laguerta (ascendida ya a capitán), el detective Batista o el senador Miguel Prado. Incluso un personaje que acaba de aparecer en la sexta temporada, el profesor Gellar (una promesa de caracterización que pudiera superar al inefable John Lithgow de la cuarta temporada), aún concebido originalmente con apellido anglosajón, está siendo desarrollado por un inmenso actor hijo de mexicanos, Edward James Olmos.

Michael Cuesta, nacido en Nueva York pero de origen cubano, director y productor ejecutivo de la serie, ha utilizado a propósito la música y los entornos que con toda probabilidad le fueron familiares durante su crianza latina. Dexter Morgan habla en inglés, pero respira aromas de comida cubana y camina entre aquellos ambientes, sonidos y símbolos de Cuba que tanto contaminaron y fundamentaron a la ciudad de Miami en el más reciente medio siglo.

No tengo noticias de que Dexter se haya transmitido en Cuba, o que circule por los bancos de video clandestinos, pero es obvio que nuestra cubanidad se las arregló para colarse, previo filtro del contexto miamense, en una de las mejores teleseries de suspenso que se hayan hecho en los últimos tiempos.

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jueves, octubre 27, 2011

A Mariela Castro le divierte el alquiler de vaginas.

Muchos se han escandalizado con el nuevo vídeo de Radio Netherland donde nuestra princesa heredera se pasea por el Barrio Rojo de Amsterdam, tomando experiencias de la pulcra prostitución holandesa. Lo más obvio resulta la doble función de alguien que, por un lado, representa al Centro Nacional de Educación Sexual y por el otro, al clan familiar de los dictadores, o lo que es lo mismo, juez y parte en la represión al jineterismo nacional.

Yoani Sánchez ha dejado un comentario en Facebook desde celular, relativo al mismo vídeo: “GY Mariela Castro en el Barrio Rojo de Amsterdam, y a mí no me dejan salir de Cuba. ¿Cuestión de linaje?...”

Pero lo que a mí más me ha llamado la atención del vídeo, ha sido un diálogo de la hija de Raúl Castro con una de las representantes del sexo rentado holandés. Mariela, entre risas, le dice: “En Cuba yo he conocido, por ejemplo, gente que dice ‘Necesito arreglar el baño y no tengo dinero’, entonces le da el servicio sexual al albañil hasta que este le termina el baño…

La historia probablemente sea cierta, aunque el “yo he conocido” de Mariela pudiera ser un eufemismo de aristócrata, y más bien se trate de un relato de oídas, recibido acaso de boca de alguna de sus protegidas travestis revolucionarias del malecón, redimidas o aún en el limbo. Lo curioso de esto es la manera solazada en la que la hija más conocida del dictador regente – una especie de Aisha Gadafi en pleno auge, casada con un italiano y con licencia para hablar a nombre del país – cuenta como en Cuba es muy normal que una mujer (una mujer no prostituta), bajo determinadas circunstancias, pueda usar su vagina como moneda de cambio, a falta de una moneda de más valor.

Más allá de la represión simulada que sufre la prostitución, con el probado proxenetismo de las autoridades y las redadas esporádicas para salvaguardar la moral socialista, las palabras de Mariela Castro en el Barrio Rojo de Amsterdam parecen una burla a la propia mujer cubana, esa que supuestamente su madre, la fallecida Vilma Espín, protegía del deshonor y la ignominia en su organización castro-feminista.

Pero por más que le doy vueltas a esa conversación, por más que la regreso y trato de encontrarle el chiste al cuento de la compatriota que tiene que ofrecer favores sexuales a un albañil para que este le arregle el baño, todavía no alcanzo a comprender de qué se ríe Mariela Castro Espín. Debe ser que mi sentido del humor ya no es el mismo de antes.

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miércoles, octubre 26, 2011

Los meñiques marcados de Puerto Ordaz.

Para los cubanos resulta muy familiar cualquier referencia a los controles y restricciones del consumo. Crecimos con una libreta de abastecimientos en la mano y escuchando arengas en contra de la especulación, los acaparadores, coleros y revendedores. En nuestra memoria de medio siglo, bajo escaseces y regulaciones de mercado, se almacenan muchas anécdotas adjudicables al realismo mágico del fidelismo.

No olvidaré nunca a mi madre, en los supuestamente holgados años setenta, queriendo comprar una tijera en la ferretería de 13 y 84, en Marianao. En casa sólo teníamos una tijera de antes de la revolución, ennegrecida, sin filo y con las puntas romas, así que mi madre esperó varias veces a que “sacaran” tijeras y fue siempre a hacer la cola, sin éxito porque invariablemente se acababan antes de tocarle el turno. El encabronamiento de mi madre se acentuaba porque varias veces estuvo a punto de comprar su dichosa tijera, pero con tan mala suerte de que un vecino ciego llegaba, y sin hacer la cola – pues los ciegos tenían prioridad – se llevaba, siempre, la última tijera que quedaba.

“¡Otra vez el ciego ese me dio alante!”, protestaba ella, “¡yo quisiera saber para qué un ciego quiere tantas tijeras!”… Nunca supimos la respuesta, y quizás dejó de tener importancia cuando un tiempo después mi padre trajo, finalmente, una tijera nuevecita de la Unión Soviética.

No creí que esta realidad, que incluía colas extensas marcando detrás de alguien y preguntando siempre detrás de quién iba, por si acaso, esa realidad de turnos, tickets, pre-tickets y plan jaba, llegaría alguna vez más allá de las surrealistas costas cubanas. Pero el hechizo del socialismo totalitario llegó hasta Venezuela, dónde no sólo ya hay apagones al mejor estilo habanero – aún siendo un país de privilegiada producción petrolera –, sino que la escasez de alimentos propia de la distribución centralizada ya ha provocado fenómenos tan insólitos como el de un mercado de Puerto Ordaz – estado de Bolívar, al sur de Venezuela, y que por carambola a los cubanos nos trae cierto olor a hospital psiquiátrico –, donde los clientes fueron marcados con tinta indeleble en el dedo meñique, para que no repitiesen la compra de leche en polvo.

No resulta tan extraño si tenemos en cuenta que la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (CAVIDEA) ha reportado una reducción de 3.71% en las ventas de alimentos para el mes de septiembre, con una caída consecutiva de siete meses. Las autoridades venezolanas, tal y como suelen hacer las cubanas en estos casos, ocultan en lo posible estas realidades a sus ciudadanos, o las disfrazan detrás de propaganda y triunfalismos. El artículo, aparecido en Correo del Caroní (y retomado con corrosivo humor negro en El Chigüire Bipolar), refiere que “entre largas colas y empujones, los consumidores pudieron adquirir el producto, no sin antes quedar marcados de una manera muy peculiar…”

Aparentemente, según este mismo artículo, no son nuevas las peleas en colas para adquirir alimentos, y no hay distinciones entre las redes de mercados públicos y los privados.

Si bien el estilo de marcar dedos meñiques, para no comprar leche dos veces, parece un aporte del chavismo a la patología marxista-fidelista, el espíritu de este fenómeno ya está cercano a cumplir los 53 eneros, y viste un orgulloso uniforme verdeolivo de incompetentes destellos rojizos.

Venezuela, qué duda cabe ya, anda con pie firme hacia la misma gloria de las ruinas miserables de nuestra antimperialista sociedad cubana.

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lunes, octubre 17, 2011

Jerry Seinfeld, la terapia.

Mientras mi país me colma a diario de noticias tristes, de decesos y represiones, mientras la vida de exiliado continúa y se hace virtualmente imposible alguna acción concreta más allá del uso libre de la palabra, a veces no queda más que espantar por un rato - o por un fin de semana - los malos sabores con algo de alegría y positividad.

En mi ayuda siempre ha acudido Jerry Seinfeld, un clásico del stand-up comedy que despliega filosofías curiosas y cándidas, lo mismo desde su show homónimo de televisión (terminado en 1998) que en sus espectáculos de sala. En ambos recurre al recurso de la "comedia de pie", para hacernos la vida más agradable.

Siempre que algunas transcripciones de sus palabras han tenido muchos like en mi muro de Facebook, me ha parecido pertinente reunir unas cuantas y publicarlas aquí, en el supuesto de que puedan servir de terapia para otros, como lo han sido para mí.

Buen provecho.

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.- Lo malo de la televisión es que todo el que sale parece estar haciendo algo mejor que lo que haces tú. Nunca se ve a nadie tirado en el sofá con papas fritas en la cara. Algunos se la pasan muy bien en los comerciales, ¿de dónde sacan tanto entusiasmo? ¿Los han visto? ¡Tenemos refresco, tenemos refresco, tenemos refresco!, saltando, riéndose, volando por el aire... ¡Es sólo una lata de refresco!... ¿Han visto un comercial mientras beben exactamente la misma bebida que anuncian? Ves a gente jugando voleibol, motos acuáticas, chicas en bikini...? Y piensas, tal vez le puse demasiado hielo al mío...

.- Me encanta mi contestador automático. Yo quisiera ser un contestador automático. Así, si por la calle me encontrase con alguien con quien no quiero hablar, le diría: “Disculpe, no estoy aquí en estos momentos, deje su mensaje y podré seguir caminando”...

.- Tengo un teléfono inalámbrico, pero no me gusta tanto, porque no puedes colgar ese teléfono de un golpe. Si te enojas y es un teléfono común, dices “¡No me hables en ese tono! Y… ¡¡PUM!!... Pero si es en un inalámbrico... “¡No me hables en ese tono!”… tic… tic...“Te lo advertí”…

.- Mi idea de sala de estar perfecta sería el puente de la nave espacial Enterprise. Un sillón, una buena pantalla, control remoto…Por eso Star Trek era la fantasía masculina suprema: volar por el espacio en tu sala viendo la tele. Los alienígenas siempre venían porque Kirk era el único con pantalla gigante. Venían los viernes. Boxeo Klingon, había que estar ahí…

.- Todos tenemos ideas personales sobre la seguridad, cosas que piensas que engañarán a los ladrones. En la playa, vas al agua y dejas la billetera dentro de un tenis… ¿Quién va a adivinarlo?... ¿Qué mente criminal penetraría esa fortaleza de seguridad?... ¡Le hice un nudo! ¡No podrán abrirlo! Puse la billetera en la punta del tenis. Nunca miran ahí. Miran el talón y se van.

.- Cada vez que sale en las noticias que agarran a un criminal, terrorista, psicópata, maníaco… ¿han visto como siempre se tapa el rostro con un periódico, o con la chaqueta...? ¿Qué es lo que le preocupa? ¿Qué reputación tiene este hombre que se preocupa que lo vean así, perjudicándose su buen nombre?... ¿Está pendiente un ascenso en su oficina o algo así? ¿Teme que el jefe lo vea en la televisión y diga: “Ese no es Johnson, el de Ventas?... Está en la torre del reloj y está tumbando personas una a una… No creo que ese sea el tipo de hombre que queremos para que dirija la nueva sucursal… Debería estar en Cobros, para eso sí tiene talento.”…

.- A la gente le gusta la idea de la venganza. ¿Han oído la expresión “La mejor venganza es vivir bien”?... Significa, en otras palabras, que la mejor manera de vengarse es ser feliz y tener éxito en tu vida. Suena bien, pero no funciona al nivel de Charles Bronson. Como en la película donde toda su familia es asesinada por delincuentes callejeros. ¿Crees que podrías decirle: “Charlie, olvida la pistola, necesitas un traje a la medida, un convertible, alfombra nueva, un sillón… ¡Así aprenderán esos desgraciados!”…?

.- Confieso que, por alguna razón, disfruto ser adulto. La razón número uno es que, como soy adulto, si me quiero comer una galleta, me la como. Puedo comer tres galletas, o cuatro galletas… once galletas si quiero. Muchas veces arruino mi apetito a propósito. Sólo porque sí. Y encima llamo a mi madre y se lo cuento. “Hola, mamá, acabo de arruinar mi apetito… ¡Por comer galletas!…” ¿Y qué más da? Como adulto, sé que si arruino mi apetito ¡ya me volverá más apetito después! No pasa nada que se te quiten las ganas. Tengo millones de ganas de reserva y puedo arruinar mi apetito cuando quiera.

.- Tengo un amigo hipocondríaco, cree que siempre está enfermo y nunca lo está. Pero también hay otro tipo de personas, que siempre se sienten bien, por muy mal que estén. ¿Conocen ese tipo de gente? Son muy irritantes. “Me siento muy bien. Me gusta estar conectado a un respirador, con suero, conectado a una máquina, ¡nunca me sentí mejor en toda mi vida!”…

.- ¿Por qué el compromiso es un problema tan grande para un hombre? Por alguna razón, cuando un hombre conduce por la autopista de la vida, la mujer que lo acompaña es como una salida. Pero él no quiere salir. Quiere seguir conduciendo. La mujer dice “Mira, gasolina, comida, alojamiento. La salida, es lo que necesitamos para ser felices. ¡Sal! ¡Aquí, ahora!”… Pero él se fija en el cartel de más adelante que dice “Próxima salida a 43 Km”, y piensa “Lo voy a lograr, lo voy a lograr”…

.- Los hombres cambian el canal del televisor más que las mujeres. Los hombres toman el control remoto, ni siquiera saben qué están viendo: “¿Una retransmisión?-No quiero verla- ¿Qué estás viendo?-No me importa-¿Quién era ese?-Ni idea- ¿Ese no es tu papá?-No importa, tengo que seguir con esto…” Las mujeres no hacen eso. Las mujeres cambian y dicen “Vamos a ver de qué trata el programa, antes de cambiar el canal”, pero los hombres no pueden parar. Y eso es porque las mujeres se asientan, y el hombre sale de cacería...

.- Antes de que existieran los canales, antes de la televisión, reyes, emperadores y faraones tenían narradores que les contaban historias. Con eso se entretenían. Siempre me he preguntado si hubiesen podido tener a 30 narradores juntos, con treinta historias diferentes, para poder irlas cambiando. Y poder decir: “Cuéntame tu historia… Para, ya no quiero escucharla más, cállate. El otro, ¿de qué me vas a contar tú? ¿Hay alguna chica en tu historia? ¿No? Cállate. ¿Qué cuentas tú? Déjalo, no lo quiero escuchar. ¿Y tú? Tampoco me interesa… Ya, ya, se pueden ir todos, me voy a dormir…”

.- Policías, no me preocupan los policías. Quiero ver más basureros. Es mucho más importante. Si nunca se podrá acabar con el crimen, al menos deberíamos estar limpios. Les diré lo que se debería hacer, se debería combinar ambos trabajos, hacerlos un solo empleo, “policía-basurero”. Siempre veo a policías por ahí caminando sin hacer nada… ¡Que cojan una escoba! Que se pongan a barrer. ¡Barre, barre, barre!… ¿Atrapaste a un criminal? ¡Pues dale a barrer otra vez!

.- La gente se pelea en la vida, cuesta creerlo. También cuesta creer que exista el boxeo. Me sorprende mucho. El problema del boxeo es que dos tipos se pelean sin haber tenido una discusión previa. ¿Por qué no entran en el ring, cada uno con un pequeño carro, tienen un pequeño accidente y comienzan a discutir “¡¿Acaso no vio mi señal?!” “¡Mira ese parachoques como quedó!”… ¡Entonces veríamos una pelea real!

.- De niño, tenía un periquito. Era la única mascota que disfrutaba. Lo dejábamos salir de la jaula y revolotear por ahí… Pero mi madre hizo cubrir una pared entera de la sala con un espejo, porque según ella el espejo hacía agrandar el espacio. ¿Han oído de esa teoría?... Con el espejo parece como si hubiera otra habitación. Pero ¿quién va allí y dice “Mira, hay otra habitación… y ahí dentro hay un tipo que se parece a mí”…? Bueno, el periquito se confundía, volaba por ahí, se metía de cabeza contra el espejo ¡Bum! ¡Ay!... Y yo siempre pensaba “bien, quizás el periquito piense que esa era otra habitación… ¡¿pero por qué nunca intentaba no chocar con el otro periquito?!”…

.- Les diré lo que me gusta de los chinos. Ellos siguen comiendo con palitos ¿verdad? Ya saben, conocen el tenedor, pero siguen con los palitos. Eso me impresiona. No sé qué me estaré perdiendo… Un granjero chino se levanta temprano, trabaja todo el día en el campo con una pala… Pala… Cuchara… ¡Vamos!… Ahí está: ¡No labrará 40 acres con dos palos de billar!....

.- Algunos de los eventos olímpicos carecen de sentido para mí, carecen de conexión con la realidad, como en las olimpíadas de invierno, ese biatlón, que combina esquí a campo traviesa y disparar con un arma. ¿Cuántos francotiradores alpinos están en eso?... Es como combinar natación y estrangular a un tipo. ¿Por qué no tenemos ese?

.- He leído un estudio científico que dice que hablar en público es considerado el temor número uno de la gente. Eso me pareció asombroso. El temor número dos era la muerte… ¡¿La muerte el número dos?!... Quiere decir que la mayoría de las personas en un funeral… ¿preferirían estar en el ataúd antes que hacer la despedida del duelo?...

.- ¿Cuál es el sentido del paracaidismo? Si saltas de un avión y el paracaídas no se abre, el casco es quien te usará a ti como protección. Más tarde el casco hablará con los otros cascos y les dirá “menos mal que el tipo estaba ahí, si no me hubiese golpeado contra el suelo directamente. Nunca salten de un avión a menos que lleven a un ser humano con ustedes. Es seguridad básica…”

.- Seguramente los caballos saben que el jockey está muy apurado. Él está sobre ellos, los golpea con esa cosa, va diciendo “¡Vamos, vamos!”, pensarán que obviamente el jockey está en un apuro. Pero el caballo llega extenuado al final y dice: “¡Bien, ya estamos aquí… ¿cuál es el sentido de esto?! ¡Es el mismo lugar de donde salimos!...

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domingo, octubre 09, 2011

Un silencioso Grito de Yara.

Entre las cosas que, luego de vivir por años en México, siempre he deseado para Cuba, es que el 10 de octubre se convierta alguna vez en una equivalencia festiva al Grito de Dolores mexicano. De nuestro “Grito de Yara” en Cuba apenas recuerdo uno de los pocos días festivos del año, con las clases suspendidas, algún que otro programa de televisión dedicado al padre de la patria, Carlos Manuel de Céspedes, y nada más.

Poco menos de un mes atrás, México se engalanaba de banderas, sombreros, bigotones y matracas. Este año ni siquiera la campaña promovida por muchos mexicanos para quedarse en casa, protestando así por la violencia, impidió que las plazas se llenasen al amanecer del 16 de septiembre, y – muy por encima de la politiquería y los poderes – sonasen las campanadas y estallasen los fuegos artificiales.

Para que la masa cubana un día llegue a comprender – como esos mexicanos que gritaron ¡Viva México!, aún inconformes con el gobierno y su gestión – que la patria es mucho más que una ideología o unas cuantas personas endiosadas, tendrán que darse muchos cambios dentro de la isla, tendrá que promoverse un rescate de lo verdaderamente esencial en la belleza de nuestra nacionalidad, una reapropiación de los símbolos patrios y sus próceres. Por fuerza, llevará décadas entender que la revolución verde olivo y el comunismo castrista, aún teniendo un peso fundamental en la historia del último siglo, no tienen nada que ver con la esencia de la cubanía. Precisamente la sostenida suplantación de esa esencia con publicidad ideológica, símbolos bolcheviques y consignas triunfalistas es lo que ha ido creando en el pueblo esa especie de apatía por las celebraciones patrióticas, a las que acude por inercia, asignación, conveniencia o temor. Nunca por emoción.

Quizás alguna vez comprendamos una fecha como el Diez de Octubre como lo que es, el inicio de un despertar de la conciencia nacional, y no tanto como lo que no es, el inicio de una epopeya que terminó con el triunfo de Fidel Castro.

Entre tanto, mi personal 10 de octubre seguirá siendo el día en que mi hermana Maite cumple años allá en Canadá, el día en el que el cariño que por ella siento me hace pensar aún más en las razones por las que tantos seres queridos andan lejos de Cuba, desperdigados por cualquier parte de este planeta, tan lejos de su sangre y de su naturaleza cultural; razones que, por donde quiera que se las mire, no tuvieron nada que ver con el eximio Carlos Manuel de Céspedes, padre de la patria.

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sábado, octubre 08, 2011

Religiosos y abejitas, la puesta en escena.

No hay por qué ser esclavos de esos fingidores, que hay tantos falsos devotos como falsos valientes.

- Molière (Tartufo)


Mientras Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, peleaba con la muerte en la sala de Terapia Intensiva del hospital Calixto García, el Centro Diocesano de la Iglesia Episcopal de La Habana reunía en su auditorio a cristianos, yorubas, judíos, islámicos, budistas, abakuás, ahais, yogas, espiritistas y cuanto culto existiese sobre suelo habanero, para orar por…la libertad de los cinco espías.

Según el Granma, la iniciativa nació de la Plataforma Pastoral Cubana, “para trabajar por la reunificación familiar de los Cinco, y en general por el fortalecimiento de la familia cubana”, o como dijese el reverendo Pablo Odén Marichal, coordinador de la Plataforma, “significó un culto a la dignidad, la fraternidad y la amistad",

Vamos a pasar un velo de piedad por la historia reciente de la religión en Cuba, perseguida, diezmada, combatida y desacreditada por ese mismo Partido Comunista que ahora promueve tales eventos e incluso ocupa su sitial de honor en ellos, siendo representado por Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido y Ramón Pez Ferro, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Vamos a suponer que las asperezas del marxismo estalinista ya fueron honestamente limadas por un nuevo enfoque de libertad de culto y respeto por las creencias religiosas… ¿Alguien puede creer – y en ello incluyo la Fe como base de la confianza hacia un poder superior, espiritual o político – que estas ceremonias tienen un origen devocional? ¿Alguien puede creer que un espectáculo de rezos como este ha sido piadosamente diseñado por religiosos?

El momento escogido no deja de ser menos oportuno: René González, uno de los cinco espías de la Red Avispa, acaba de ser liberado en Marianna, Florida, pero no podrá regresar a Cuba, pues aún debe tres años de libertad condicional a la justicia norteamericana. Esta contrariedad le agua la fiesta al gobierno, que ya anda necesitado de festejar alguna pequeña victoria propagandística en contra del imperialismo yanqui, y no puede darse el lujo de esperar tres años para hacerlo. Esa es la razón de que echase a andar los recursos con los que cuenta.

Por un lado estos religiosos que, ya sea por automatismo – por creer sinceramente en la inocencia de unos espías que operaban en territorio ajeno, a tenor del argumento oficialista de que estaban “combatiendo el terrorismo” – o por conveniente alineación con el poder, se prestan para la escenificación alucinante de un concilio que se parece más a una caldosa tropical de creyentes en función de una causa aplastantemente gubernamental, que a un cónclave serio de fundamentos místicos.

Por otro lado, parece demasiada coincidencia que otro fenómeno escénico, el de la compañía de teatro infantil La Colmenita, esté por comenzar una gira por los propios Estados Unidos, llevando una puesta en escena que, según su director, Carlos Alberto Cremata, fue escrita íntegramente por los niños, sin intervención de “nuestra visión adulta de lo que son esos cinco héroes”. Tim (como es conocido Cremata por sus allegados) ha cargado toda su vida con la cruz de ser hijo de una de las víctimas del sabotaje al avión de Barbados, y quizás por ello, aún siendo un artista inteligente, no ha podido zafarse en su obra de las deudas ideológicas, como sí lo ha hecho su hermano Juan Carlos, reconocido cineasta.

El montaje de Abrakadabra, apreciable en una versión completa aparecida en YouTube, no sólo ha sido el peor artísticamente en toda la historia de la compañía, el menos imaginativo y chato (en un repertorio que ha logrado espectáculos tan bien elaborados que la UNICEF los declaró embajadores de buena voluntad en el 2007), sino que deja ver su inmediatez, sus costuras chapuceras, su armazón a toda carrera en función de una presunta disposición desde las alturas, y que ha convertido a esos niños en marionetas, repitiendo textos oficialistas y poco creíbles, al menos para quienes ya andamos lejos del radio de acción de la propaganda castrista. Las tiernas abejitas de La Colmenita han cerrado filas por sus primas de la Red Avispa, y en lugar de producir miel, han logrado una producción récord de panfletos que podría llenar de orgullo al mismísimo Ramiro Valdés.

No puedo evitar sentir pena, tanto por esos budistas cubanos – desde mi propia creencia y práctica budista que, entre otras cosas, no es exactamente una “religión” ni se ocupa de rogativas directas a dios alguno – que participaron en esa versión religiosa de We are the World, como por esos niños de La Colmenita, entre los cuales hay hijos de amigos queridos, artistas radicados en la isla y que, más o menos conscientemente, contribuyen con la estrategia publicitaria oficial.

Laura Pollán sigue en la sala de cuidados intensivos, sin que los religiosos cubanos – ahora aliados al poder que antes los reprimió – compongan una sola oración por su salud. No sería extraño que la recién vapuleada Dama de Blanco apareciese pronto como una bruja malvada, asalariada del demonio, el General Resóplez o la rata pirata Ruy La Pestex, en algún montaje futuro de La Colmenita.

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miércoles, octubre 05, 2011

Extrema izquierda: de la candidez a la violencia.

La juventud es por naturaleza rebelde y redentora, pero lo que pasa por la cabeza de un joven artista de la extrema izquierda, sigue siendo un misterio para mí. A no ser que extrapole conductas recientes a sus homólogos de otras épocas, aquellos que me son más familiares y que también fueron jóvenes y rebeldes en alguna ocasión del siglo pasado.

Pablo Hasél, rapero de Lleida – una ciudad española a medio camino entre Barcelona y Zaragoza – ha sido detenido esta semana bajo supuestos cargos de exaltación al terrorismo. Aunque al parecer ya ha sido puesto en libertad provisional sin fianza, muchos jóvenes que lo apoyan han circulado documentos en pro de su liberación o se han manifestado públicamente en su favor, y mayormente se maneja la idea de que las autoridades españolas han cometido una violación en contra de la libertad de expresión del músico.

Probablemente lleven razón, y los complejos mecanismos políticos ibéricos le estén pasando la cuenta de sus propios errores a un artista de apenas 22 años. Pero desde la distancia centroamericana, y luego de saber que un cubano residente en España fue también detenido – y liberado de igual forma – presuntamente por pertenecer a Al Qaeda y estimular al terrorismo en páginas de internet, resulta un poco más delicado establecer un cotejo, inclinando únicamente la balanza hacia la victimización del presunto culpable.

Las agencias han reportado que las autoridades ubicaron el origen de frases aparecidas en la red como "merece que explote el coche de Patxi López", "que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono", "los GRAPO eran defensa propia ante el imperialismo y su crimen”, "no me da pena tu tiro en la nuca, pepero", "quienes manejan los hilos merecen mil kilos de amonal", "pienso en balas que nucas de jueces nazis alcancen"…, y que por momentos parecen resaltar en una producción musical que, poéticamente apreciable, también explora temas de amor, drogas, depresión y demás recurrencias habituales de la contracultura y la indocilidad juvenil, todas en el IP y archivos personales de Hasél.

La razón de esta reflexión aparece, no sólo porque la eventual cantata a grupos terroristas como la ETA o los GRAPO puede resultar de una ingenuidad altisonante (cuando se recurre a ello como protesta por el terrorismo de estado que ha promovido el gobierno norteamericano, muchas veces apoyado por el gobierno español, como si el terrorismo “pequeño” – o local – fuese menos terrorismo que el bombardeo a una ciudad iraquí), sino también porque algunos de estos artistas de izquierda, en su cruzada en contra del capitalismo, confunden al marxismo con las guerrillas y a Fidel Castro con el Mesías.

En una entrevista que aparece en la web de izquierda Kaos en la Red, Pablo Hasél no sólo alaba directamente a los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), quienes, sin necesidad de distorsiones mediáticas se han hecho de una amplia y merecida fama como luchadores violentos y criminales, sino que, con una opinión espléndidamente cincelada por la maquinaria propagandística del gobierno cubano, y a raíz de una pregunta sobre presos políticos españoles, dice: “…la inmensa mayoría de los pre$os (sic) cubanos, si no todos, son mercenarios recibiendo subvenciones de los USA. En cualquier otro país estaría penado con cadena perpetua -o de muerte en caso de los mismos USA- el hecho de ayudar a un país enemigo que está imponiendo un bloqueo brutal”…

La manera en que el agitador etiqueta a los presos políticos cubanos rebasa cualquier análisis serio, y únicamente deja colgando en el aire esa extraña sensación de que, incluso aquellos que alardean de no ser manipulados por el poder de sus gobernantes, pueden ser convertidos, sin saberlo, en papagayos o marionetas de un gobierno ajeno, siempre que este contribuya a alimentar sus propios patrones ideológicos, y lo peor, se vuelven cómplices ingenuos de un estado represor que encarcela a sus opositores con la misma impunidad que tanto le critican a su propio sistema, el español.

Para muchos resulta insólito que el pensamiento revolucionario actual en países hispanos se aferre aún a los mitos y axiomas ideológicos de la dictadura cubana. Muchos consideran incongruente que las Madres de Plaza de Mayo apoyen a los Castro y al mismo tiempo no reconozcan a las Damas de Blanco, o que jóvenes antifascistas como Pablo Hasél se inclinen por legitimar a un estado lleno de vetas fascistoides y abrace un comunismo de ribetes anarco-terroristas en franco desconocimiento de la historia, los garrafales despropósitos de la lucha de clases y la cara tras la máscara de sus modernos seguidores estalinistas. No todos tienen la madurez, o la entereza de reconocer la realidad cubana, como ya la tuvieron muchos viejos rebeldes españoles como Joaquín Sabina (a quien el muchacho señala en la misma entrevista como una de sus inspiraciones capitales), Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel, a argentinos como Fito Páez y Mercedes Sosa, o también cubanos como Pablo Milanés. No todos los izquierdistas que entienden a la rebelión armada (o la muerte consciente a otro ser humano) como una herramienta válida de cambio social, están listos para comprender que aquellos que hace muchos años fueron guerrilleros hoy se han vuelto dictadores que aplastan a sus compatriotas esa misma libertad de expresión que ahora reclaman, a propósito del rapero detenido, a las puertas del ayuntamiento de Lleida.

Quizás este joven compositor madure alguna vez y, si antes no es arrastrado por el encanto fatal de las drogas – pues no creo que en verdad sus poses de violencia vayan más allá de frases irresponsables, ni que la apología a grupos terroristas implique militancia activa – los jóvenes idealistas que hoy lo siguen y que sueñan con el mejoramiento de una sociedad moderna que se rige por sus propias leyes históricas, probablemente terminarán pensando como uno de los personajes de aquella extraordinaria película española, Noviembre, cuando decía: “Nosotros queríamos cambiar al mundo, y desde luego no lo conseguimos. Ahora lo que intento es que el mundo no me cambie a mí…”

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Muchos raperos españoles como Pablo Hasél, aún no caen en cuenta de que sus homólogos, sus "compañeros" en Cuba no son el gobierno de los Castro, sino, oh sorpresa, ¡los raperos cubanos!